Liceo Bicentenario José Francisco Vergara Etchevers, Viña del Mar
OBJETIVO
El objetivo de esta práctica es promover en los estudiantes un comienzo del día de manera activa y alegre, para lo cual deben realizar una serie de acciones motrices y rítmicas, a través de diversos estilos de bailes. De esta manera, logran afianzar las emociones y matizan el funcionamiento del cerebro que influye en la disposición de aprender.
DESCRIPCIÓN
La práctica se originó a través de una encuesta que contenía una serie de preguntas relacionadas con sensaciones físicas, emocionales y sociales de los estudiantes en un contexto de pandemia. En este punto, al evidenciar las necesidades y problemáticas que habían surgido en los estudiantes, se propone esta actividad, la cual consiste en quiebres pedagógicos al inicio de cada clase, los cuales promueven el reconocimiento de los alumnos sobre la actividad física, trabajando a través de una activación mental y motriz con la finalidad de comenzar un día en una sintonía mucho más saludable.
Por otro lado, el establecimiento busca valorar los beneficios emocionales y sociales, los cuales conlleva la práctica regular de actividad física y motriz para nuestro cuerpo físico-mental y social, dentro del entorno académico y social.
El responsable del diseño y ejecución de esta buena práctica es el profesor de Educación Física y Salud Sergio Andrade Rojas.
IMPACTO
Los beneficiados de esta práctica pedagógica activa son principalmente los estudiantes, además, todo el cuerpo docente y equipo directivo que participa activamente de cada sesión.
El impacto de esta práctica va dirigido directamente hacia los estudiantes, este se enmarca en 3 categorías de beneficios positivos. Primero, se obtiene un impacto en su salud física, activando su energía vital y desarrollo físico, tanto en su resistencia cardiovascular cómo el fortalecimiento del sistema músculo esquelético. De igual forma, se obtiene un impacto en la salud mental y emocional, activando emociones positivas, junto al desarrollo del equilibrio emocional, memoria, auto concepto y autoestima.
De igual forma, se encuentra su salud social donde generan relaciones con el entorno y la comunidad, ya que nivel corporal existen sustancias químicas como las dopaminas y endorfinas, que generan sensaciones de bienestar físico y sentimental. Según la neurobiología del aprendizaje, la emoción está en la red cerebral afectiva, la cual se activa a partir de un estímulo. Las emociones conllevan a la imaginación, y esta a su vez a la motivación, proceso que finalmente produce un aprendizaje. De ahí la importancia de movilizar al estudiante hacia la enseñanza desde un significado emocional, proporcionando como docentes experiencias significativas que privilegien el contexto, para que el estudiante construya el conocimiento y adquieran habilidades y actitudes.
TESTIMONIO
“Para el establecimiento esta práctica de “quiebres pedagógicos” al inicio de las clases, ha permitido movilizar a los estudiantes hacia el aprendizaje (cognitivo) desde lo emocional (motivación). Desde esta perspectiva el profesor entrega experiencias significativas al inicio de clase de manera activa y alegre; practicando una serie de acciones motrices y rítmicas; valorando su importancia como método activador del sistema nervioso y límbico que privilegian el contexto y la necesidad situada. Promoviendo que el estudiante construya su propio conocimiento y adquieran las habilidades y actitudes durante las clases online o presencial. Sabemos que las emociones, estados de ánimo afectan la capacidad de razonar, tomar decisiones, y cómo el estudiante se dispone a aprender, desde esta necesidad nace esta práctica innovadora liderada por el profesor Sergio Andrade, esta implica cambiar prácticas cotidianas por dinámicas más flexibles y donde los protagonistas son los estudiantes” (Tamara El Far Suárez – Unidad Técnica Pedagógica).