Las clases por radio del Liceo Bicentenario Pablo Neruda

Ilutración: Alfredo Cáceres

Mientras la mayoría de los establecimientos busca las técnicas más sofisticadas para lograr la educación remota, en Arica este liceo decidió retroceder en el tiempo y aprovechar la voz de sus profesores para enseñar a sus alumnos a través de una radio local. Una solución para llegar en tiempos de pandemia a quienes no tienen acceso a internet y, al mismo tiempo, reforzar el contenido que se ofrece por otros medios.


Francisco Villanueva está sentado con auriculares y una mascarilla en el banco que hasta hace algunas semanas usaba para hacer clases de electrónica. Su mirada se divide entre los dos computadores que, separados por un equipo que conecta los micrófonos de los locutores, ocupan el escritorio que está frente a una pizarra. Al lado derecho, en una mesa escolar, hay un panel de sonido con el que controla los volúmenes de las voces y la música. Le da play al clip de Radio Neura y con su mano le indica a los profesores que el programa empieza en tres, dos, uno… “Hola, hola, nerudianos, bienvenidos a ‘Bicentenario Neruda, siempre contigo’, por la única, grande, ariqueña y nuestra Radio Neura 88.5 FM”, dice Paulina Galaz, la profesora de Lenguaje que el 6 de abril dio inicio al primer programa radial del Liceo Bicentenario Pablo Neruda de Arica.

En apenas tres días, el laboratorio de electrónica del establecimiento fue convertido en un verdadero estudio de radio. Con micrófonos, parlantes y paneles que usaban en los actos cívicos, los docentes improvisaron un estudio de grabación. Desde ahí se transmite de lunes a viernes, a las 17 horas, por la frecuencia 88.5, un programa que los profesores organizaron para apoyar la educación remota en tiempos de pandemia. Todos los días se aborda una asignatura diferente, que se divide en cuatro bloques intercalados por una canción. La idea es que las secciones apunten a cada nivel de la enseñanza media y que así se pueda llegar a todos los alumnos, aun a los que no tienen acceso a internet.

El Liceo Bicentenario Pablo Neruda se ubica en el sector norte de Arica. Se trata de un establecimiento técnico-profesional, que se fundó hace 32 años y recibe a 630 estudiantes de la enseñanza media. Las especialidades que se imparten en sus aulas son Electrónica, Explotación Minera y Atención de Enfermería, pero su labor va mucho más allá, ya que según sus docentes el liceo se caracteriza por un fuerte lazo con la comunidad.

Como en todos los establecimientos educacionales, al activarse la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 los profesores del liceo se enfrentaron al desafío de la educación a distancia. Primero recurrieron a Google Classroom, plataforma que reforzaron con videos en sus redes sociales y guías que enviaban por WhatsApp o que incluso entregaban de manera presencial. “Funcionaba bien, pero había varios factores a revisar. El primero era que no todos los estudiantes tienen un computador, por lo tanto no todos pueden ocupar esa forma de aprendizaje”, dice Jacqueline Retamal, directora del establecimiento y quien señala que el 30% de los estudiantes del liceo no tiene acceso a internet.

Al cumplir la tercera semana sin clases presenciales, los encargados del liceo llegaron a la conclusión de que la radio sería el medio más democrático para enseñar. “El programa se llama ‘Bicentenario Neruda, siempre contigo’, porque esa es la característica, ser cercanos a los estudiantes. Entonces la idea es decir ‘seguimos en esta etapa que estamos, contigo’”, comenta la directora, además de destacar que las otras plataformas no han sido dejadas de lado, sino que ahora funcionan más bien como un complemento.

Volver a la radio

Cuando Roberto Flores está preocupado por algo, se acuesta con varias ideas en la cabeza y muchas veces en la mañana despierta con soluciones ya maduras. Dice que así fue como se le ocurrió la idea de levantar un programa radial. “¿Qué tal si usamos un medio bastante antiguo, pero bastante eficaz como es la radio?”, se preguntó a sí mismo.

Flores es jefe de la Unidad Técnica del liceo y llevaba semanas en búsqueda de una alternativa para acercar las clases a los estudiantes. “Empezamos a ver que había alumnos con problemas de conectividad. Algunos viven a 50 kilómetros del liceo, por lo tanto era difícil llegar a ellos. Muchos no tienen acceso a internet y, además, comenzamos a notar que el trabajo de las guías quedaba incompleto si no se cerraba el círculo con una explicación del profesor. Nos dimos cuenta de que necesitábamos una solución y, como casi toda la gente tiene una radio en la casa, por ahí encaminamos el desafío”, cuenta el docente, que se contactó con Radio Neura y consiguió un precio especial por una hora al aire.

La misma mañana en que se le ocurrió la estrategia, le comentó a la directora del establecimiento y ella lo apoyó con la idea. Rápidamente propusieron el plan a los profesores, pero las opiniones estuvieron divididas. “Algunos dijeron ‘oye, pero la radio’, ‘quién va a escuchar, si nadie escucha la radio’. También había otros profes que dijeron ‘ya, ¡hagámoslo altiro!’”, recuerda Flores. Nadie se esperaba el alcance que tendría la iniciativa.

Debido a sus conocimientos de electrónica, Francisco Villanueva decidió sumarse al proyecto para hacerse cargo de la parte más difícil. “Me dijeron un viernes que el lunes partíamos grabando y tuve que aprender en tres días cómo es que se grababa, cómo podíamos mezclar música, el audio, el volumen. Eso para mí era supercomplejo durante los primeros días”, cuenta el docente que hoy se encarga del panel de sonido y la edición. El programa se graba como si fuera en vivo y el resultado se envía a la radio que lo transmite en la semana.

No sabíamos lo potente que iba a ser la respuesta de los niños, o sea, nos escuchan y más encima reaccionan

Paulina Galaz, profesora de Lenguaje

A mediados de abril se decretó la cuarentena total en Arica y los profesores no pudieron seguir yendo a grabar al liceo. Villanueva propuso que si le enviaban audios por WhatsApp, él podía mezclarlos para que pareciera que habían sido grabados en una misma habitación. Así los profesores, muchas veces encerrados en sus autos o en los baños, para evitar el ruido de sus familias, enviaban su parte del programa que el docente recopilaba para luego editar.

“De repente, me lo enviaban tarde y yo al otro día tenía que tener el programa a las 10 de la mañana, entonces me quedaba hasta las tres de la mañana editando”, cuenta Villanueva, que con el tiempo ha ido ganando experiencia. “El programa uno no es el mismo que el que se emite hoy; estamos empezando a afinar cada vez más. Antes me demoraba seis horas en editar, ahora me tardo tres, ya voy en la mitad”, dice entre risas.

Al aire

La profesora Paulina Galaz, coordinadora del departamento de Lenguaje, estuvo encantada cuando escuchó la propuesta, “¡Démosle, nomás!”, respondió. Con su equipo, fueron los encargados del primer programa y ella lo condujo. El panel lo conformaban tres docentes, quienes dialogaban de manera dinámica sobre la materia, dando ejemplos de películas y contando anécdotas personales.

Se reían, comentaban e, incluso, mandaban saludos a sus familias y estudiantes. “Estoy súper nerviosa”, confesó al aire la profesora Gabriela Rojas, a lo que sus colegas asintieron. La música de ese día fue reguetón: J Balvin y Nicky Jam se intercalaban con los bloques donde revisaban las guías que los estudiantes habían recibido.

El segundo bloque explicaba que los alumnos de segundo medio tenían que hacer una autobiografía literaria, en la que debían recordar películas o libros que les hubieran llamado la atención. Galaz contó que aún recuerda el libro Jacobo no es un pobre diablo, escrito por Gabriele Heiser, y que leyó en cuarto básico. Rojas mencionó la película Hachiko y el profesor Carlos Casanueva confesó que su libro favorito era El perfume, de Patrick Süskind, del cual dio una breve reseña. Cuando terminó de emitirse el programa, Paulina Galaz recibió un WhatsApp.

“Profe, dónde encuentro el libro El perfume”, le preguntaba Matías Ceballos, un alumno de segundo medio. “Fuimos por cobre y encontramos oro”, reflexiona la profesora, quien quedó sorprendida del efecto de aquel primer programa. “No sabíamos lo potente que iba a ser la respuesta de los niños, o sea, nos escuchan y más encima reaccionan”, agrega.

Matías Ceballos no sólo escuchó ese primer programa, sino que un mes y medio más tarde sigue sintonizando fielmente la radio. “Las clases me gustan más, porque es como estar en clases normales, pero con más profes, con más personas. Uno pregunta y se lo solucionan, le explican”, cuenta el estudiante. Si tienen dudas, las envía antes y espera las respuestas en el programa. Cuando supieron de la iniciativa, él y sus compañeros la comentaron entre ellos. Podían escuchar la radio física, online o el archivo que enviaban después, “nos pareció bacán, porque nos mandaron la publicación del link y empezamos a decir ‘¡oh estamos actualizados!’, ‘¡estamos en otra era!’ dijimos”, dice Ceballos.

Además de Lenguaje, Historia, Matemáticas y las asignaturas del currículum regular, los docentes han decidido agregar orientación sicológica, contención e incluso sicopedagoga al programa. “En los primeros programas hubo muchos consejos de contención para sobrellevar lo que estamos viviendo”, cuenta la directora del establecimiento. “Esto va más allá de la materia de clases”, concuerda Galaz, “por eso el programa se llama ‘Neruda siempre contigo’, porque la idea es que ellos no se sientan solos, tanto los apoderados como nuestros estudiantes. Ellos nos dejan entrar a sus hogares a través de las emisiones radiales para que ellos sepan que el liceo no los deja solos, que somos una comunidad”, agrega la profesora.

Para Galaz, el mensaje que buscan entregar es claro: “‘Aquí estamos, estamos con ustedes, está pasando esto, pero no están solos’, es como darles la manito y apretárselas fuerte cuando de repente el mundo afuera está caótico. Una mano que tranquilice siempre es buena, y si es a través de la educación, de la contención, el apoyo, la motivación, yo creo que con eso estamos encaminados a hacer una pega entregada y de calidad”, dice la coordinadora de Lenguaje.

La fidelidad de los radioescucha

“Hola, soy Jacqueline Zapata de la especialidad de Electrónica y quería hacer la siguiente pregunta: ¿Trabajar en equipo puede considerarse como una medida de seguridad?”, se escucha decir a la estudiante en la mitad del programa del 19 de mayo de la asignatura de Electrónica. Luego, los profesores le responden y continúan con más preguntas que enviaron los alumnos. Ésta es una de las últimas modificaciones que se les han hecho al programa, agregar la participación de la comunidad que puede consultar sobre la materia de clases. Galaz cuenta que además están preparando una sección que se llamará “Voces nerudianas”, donde los estudiantes podrán enviar saludos e incluso declaraciones de amor.

“Esto marca la diferencia, hace que se identifiquen más con el liceo, que ellos sepan que el liceo no los deja solos, que somos una comunidad”.

Javiera Rivas está en cuarto medio de la especialidad de Enfermería y también disfruta escuchar del programa, “lo encontré súper genial, porque pensaban en que aunque sea desde la casa, nosotros pudiéramos seguirnos formando”, dice. Rivas nunca había escuchado un programa de radio que no fuera exclusivamente musical, y cuando sintonizó “Neruda siempre contigo”, quedó sorprendida. “En la radio yo igual mando hartos saludos a los profes, que se cuiden, que estén bien. Eso me gusta, que nos podamos comunicar entre todos a través de ese medio, que a pesar de que estemos en nuestra casa, estamos bien conectados”, cuenta la estudiante.

Los profesores dicen que la recepción ha sido positiva, incluso se ha extendido a personas que no son parte de la comunidad del liceo. Ha sido un desafío que han tenido que enfrentar sin ninguna experiencia en el área. “Ya no se pueden aplicar las guías que teníamos porque eso era en un contexto cara a cara, entonces ahora tenemos que ponernos los zapatos virtuales y empezar a buscar”, dice la tutora Paulina Galaz.

“Para mí es una experiencia sumamente enriquecedora, estar en la radio, escucharme, aprender a pronunciar las canciones que vienen, preparar, resumir el resumen del resumen de las guías, todo es un proceso y un trabajo que el principal ingrediente es la vocación, amor por nuestros estudiantes, por nuestro trabajo y la bendita casualidad de que justamente en este establecimiento público nos encontramos con colegas con la misma misión y el mismo objetivo, acarrear todo esto a través de esta herramienta que es la radio. Sacar adelante a nuestros estudiantes”, agrega la profesora de Lenguaje.

El editor del programa, Francisco Villanueva, piensa que el éxito se basa en la versatilidad y disposición de los profesores. “Yo creo que ése es el gran desafío de poder enfrentar la pandemia: la creatividad. La creatividad es lo que a nosotros nos va a salvar para poder entregar el contenido, o sea, nosotros podemos aportar por internet, bajo Classroom, bajo Instagram, Facebook, WhatsApp, y aun así le agregamos la radio, ya estamos llegando quizás no al 100, pero al 95% de los alumnos. Hay que ir buscando otras alternativas, y como profesores tenemos que ser dinámicos”, dice.

Tanto los docentes como los administrativos aseguran que seguirán con la emisión radial. “Hasta que volvamos a la normalidad”, afirma la directora. Con el tiempo, se han ido encantando cada vez más y mejorando las secciones, ediciones y formatos.

“Estoy demasiado agradecida con el liceo porque ahora uno entiende que los profesores no son solamente en el liceo, que no es por estar en la sala, nomás, por aprender ese día y después se acaba. Acá estando ahora en la casa se sabe la realidad de qué es lo que es la vocación de los profesores”, dice Rivas, la alumna de cuarto medio. Mientras tanto, Matías Ceballos, el estudiante que escuchó el primer capítulo de “Bicentenario Neruda, siempre contigo”, continúa leyendo El perfume.

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